SENCILLO REACTIVADOR DE TUBOS DE RAYOS CATODICOS

Presentamos un sencillo pero eficaz "rejuvenecedor" de TRCs que puede brindar excelentes resultados, especialmente en aquellos tubos "viejos" que se encuentran agotados presentando una imagen con colores distorsionados. El circuito se ha realizado en base a un trabajo publicado hace tiempo en Saber Electrónica teniendo en cuenta la corriente requerida por los tubos con tres cañones. Antes de efectuar su reemplazo, que sin duda es la parte más costosa de aparato, se puede intentar una "operación de rejuvenecimiento" para prolongar por algún tiempo la vida del televisor, sin necesidad de un gasto mayor como es el cambio del tubo. Esto se logra a través de un aparato denominado "reactivador de rayos catódicos", cuyo montaje describiremos en este artículo.

DESARROLLO
Los tubos de rayos catódicos de los televisores o TRCs operan con la emisión de un haz de electrones, los que, atraídos por la alta tensión, producen un punto luminoso en la pantalla. Los cátodos de estos tubos están recubiertos con una sustancia alcalina que posee muchos electrones libres que al ser calentados producen la "nube electrónica" responsable de los innumerables electrones acelerados por el cañón hasta la pantalla. La diferencia entre los viejos tubos blanco y negro con los modernos a color se basa en la parte constructiva que, en lo que a emisión se refiere, posee tres cátodos y precisa una tensión alta de aceleración mucho mayor en el caso de los tubos de TV a color.

Con el tiempo, la sustancia que recubre los cátodos envejece, por lo que esta importante parte del tubo va perdiendo su capacidad de emisión.

Así, la cantidad de electrones libres que se encuentran disponibles va en disminución y la luminosidad de la imagen decae.

Una forma de "recuperar" la emisión es con el calentamiento del cátodo por encima de lo normal, a fin de reactivar las sustancias existentes y prolongar, de esta manera, su capacidad de liberar electrones para el haz.

Justamente, el aparato que describimos en este artículo cumple con este propósito, aplicando una cierta tensión de estímulo al tubo por algún tiempo más. Este tiempo de más dependerá de su estado: es decir de la existencia, o no, de cierta cantidad de sustancia en el cátodo capaz de liberar electrones. Un tubo muy gastado, donde esta sustancia ya no exista, lamentablemente no aceptará reactivación, y, en este caso, no habrá otra solución que su sustitución. Los filamentos de los TRCs se calientan, normalmente, con una tensión de 6,3V bajo corriente que puede llegar a algunos amperes.

Obviamente, suponemos que Ud. posee conocimientos sobre el funcionamiento del tubo de rayos catódicos de un televisor, pero si desea inormación sobre el mismo, puede recurrir a nuestra web: www.webelectronica.com.ar y haciendo un click en el ícono password debe ingresar la clave celular191 (figura 1). También aclaramos que esta información la puede obtener en el CD multimedia “Curso Práctico de TV Color” de Editorial Quark del cual puede obtener su contenido en nuestra web o llamando al teléfono (en Argentina) 011-4301-8804.

El cátodo del tubo está sometido a una tensión negativa de modo de formarse, por calentamiento del filamento, una nube electrónica a su vuelta, denominada "carga espacial".

Polarizando una grilla (la grilla control, por ejemplo), o el ánodo, con una tensión positiva, los electrones son atraídos, produciéndose un haz electrónico.

En condiciones normales de operación, en un tubo débil, los 6,3V utilizados en la alimentación son suficientes para calentar el cátodo al punto de producirse una buena liberación de electrones.

Así, lo que se hace es calentar el cátodo por tiempos relativamente cortos, alimentando el filamento con tensiones mayores, a fin de reactivar la sustancia que libera los electrones.

Repitiendo esta operación por períodos cortos se consigue reactivar el cátodo y, con eso, restablecer la emisión.

El principal cuidado que deberá tenerse es no aplicar una tensión elevada en el filamento durante mucho tiempo, ya que ésta podría causar su quema.

Otra precaución es la de no provocar en el cátodo corrientes excesivas con la emisión, a fin de no forzar al circuito a una disipación de potencia mayor que la admitida.

El circuito posee un transformador, tiene su secundario dotado de varios secundarios (si bien pensamos en secundarios de 6,3V; 7V; 8,2V; 10V; 11,3V; 12V,5V y 165V; es posible utilizar otro transformador con diferentes tensiones bajas entre 6V y 12V y una tensión alta entre 150V y 230V). La selección de la tensión que se aplicará al filamente del TRC se hace por medio de una llave.

Para un tubo débil, lo que se hace inicialmente es seleccionar una tensión algo mayor que la normal, comenzando, por ejemplo, en 7V y dejando el aparato conectado durante cierto tiempo (2 a 4 minutos).

En estas condiciones, se aplica vía X1, la tensión del secundario de alta tensión entre la grilla de control del tubo y cada uno de los cátodos (R, G, B) o el que se encuentre agotado.

En los semiciclos positivos (cuando la grilla está positiva en relación al cátodo) se produce la emisión y circula una corriente por la lámpara y el miliamperímetro.

En estas condiciones, la lámpara actúa como un limitador de corriente para protección del tubo.

Así, tenemos la indicación de la emisión cuando se acciona S2 para lectura de corriente.

Si esta corriente, luego de algunas repeticiones en ciclos de 2 a 4 minutos, no llegara a los 15mA de fondo de escala, se deberá repetir la operación con una tensión mayor de filamento, pasando a los 8,2V.

Observe que la lectura de corriente, al accionarse S2, sólo debe hacerse sobre el final de los ciclos de 2 a 4 minutos de calentamiento del filamento.

Si llegáramos a los 11,3V o 12,5V y todavía no se lograra la corriente de fondo de escala, entonces, realmente, el tubo no podrá ser reactivado, por lo que tendrá que efectuarse su reemplazo.

Cuanto más baja sea la tensión en la que se consiga la corriente de fondo de escala, más larga será la vida del tubo del televisor.

En la operación de intento de reactivación del TRC, tensiones por encima de 10V pueden quemar el tubo, con lo que su cambio sería inevitable.

Los ciclos de 2 a 4 minutos para intentar llegar a la emisión máxima pueden variar entre 3 y 5 veces.

En la figura 2 puede observarse el diagrama completo del reactivador de TRC. La disposición real de los componentes aparece en la figura 3.

El transformador debe tener arrollamiento primario de acuerdo a la red local y varios secundarios (los de baja tensión deben ser de 2A o 3A). Cabe aclarar que nosotros empleamos un viejo transformador perteneciente a un antiguo equipo de audio a válvulas pero nada impide utilizar otro con tensiones similares, de acuerdo a lo mencionado en este texto.

La llave S1 es rotativa de 1 polo x 7 posiciones. S2 consiste en una llave HH conectada de forma tal que el filamento se desconecta cuando el miliamperímetro se conecta al circuito. X1 deberá ser una lámpara de 40W para 220V. En la red de 110V debe emplear una lámpara de 20W.

El LED indicador de funcionamiento es opcional, y en su lugar puede utilizarse una lámpara piloto.

La prueba consiste en verificar la presencia de tensiones con multímetro en los distintos puntos de este circuito.

Para usarlo es importante identificar los terminales de filamento, cátodo y grada del TRC que deben ser reactivados. La operación deberá hacerse con cada cañón, conectándose su cátodo y grilla correspondiente.

La operación se hace de la siguiente manera:

  • a) Hacer la conexión del aparato al TRC luego de haber conectado el televisor por lo menos 15 minutos antes.

  • b) Conectar el selector de tensiones en 7V y dejarlo conectado al tubo por un lapso entre 2 y 4 minutos. Finalmente, accione S2 a fin de desconectar el filamento y conectar el miliamperímetro, midiendo la corriente. Si la corriente estuviera al final de la escala, entonces la emisión es buena. Si estuviera baja, habrá que repetir la operación.

  • c) Leer nuevamente la corriente en el miliamperímetro. Si luego de haber hecho varias veces esta operación, con ciclos de 2 a 4 minutos, la corriente no llegará al final de la escala, se debe aumentar la tensión pasando a la posición de 8,2V.

  • d) Repetir la operación hasta obtener la corriente de final de la escala.

Si aún con 10V esto no se hubiere alcanzado, el tubo se encuentra realmente "agotado" y la reactivación es problemática.

Para tensiones por encima de 10V, la operación es arriesgada, pudiendo producirse la quema del filamento.

Recordamos que el proceso de rejuvenecimiento del tubo puede ser una operación sumamente riesgosa y hasta puede dañarlo permanentemente.

 
Autor: Federico Prado
FIGURA 1
 
FIGURA 2
 
FIGURA 3
 
MATERIALES
 
 
 
 
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