Si bien existen
normas internacionales (IRAM4036 y otros), mínimas
para poder considerar un equipo de audio como perteneciente
a la máxima categoría del High End,
muchas veces el resultado depende de muchos otros
factores, como por ejemplo la calidad de los componentes
en todo el equipo, incluyendo reproductores de discos
CD y DVD, preamplificadotes, amplificadores, ecualizadores
gráficos y/o paramétricos, bancos
de parlantes consistentes de tweeter, squawker y
woofer, todos en dos o más canales, cables
de conexión entre los componentes del conjunto
en cuanto a diámetro y tratamiento de su
superficie, y otros factores que son bien conocidos
para la terminación profesional de un equipo
electrónico en general y de audio en especial.
El resultado final debe brindar un sonido transparente,
alta resolución acústica, pureza limpia
y sonido libre de ecos incontrolados, junto con
una gama completa del rango de frecuencia. Resumiendo,
podemos afirmar que un equipo de audio HiFi debe
cumplir con requisitos muy refinados en estos Puntos:
-
Una amplio rango
de frecuencias.
-
Un amplio rango dinámico.
-
Nivel de ruido muy
bajo.
-
Distorsión
muy baja.
-
Potencia adecuada
por el espacio disponible y la música
a reproducir.
-
La diferencia entre
HiFi y High End, puede resumirse, como la preferencia
de la música sobre el equipo, quiere
decir, debe olvidarse que la música proviene
de un equipo de audio.
Muchos audiófilos sostienen,
desde hace muchos años, que los amplificadores
de audio de transistores o semiconductores, en general,
adolecen de algunas características negativas
que se observa generalmente, sólo en la reproducción
de piezas musicales. En muchos amplificadores valvulares
de audio se usan triodos de potencia en la etapa
de salida debido a las características excelentes
de este tipo de válvula en esta posición.
Los triodos de potencia más frecuentes son:
211, 300B y similares, 3CX300A1, 572, SV572, 811,
2A3, SV811-10 y otros.
A pesar de las ventajas de las
válvulas pentodo, se observó que en
audiofrecuencia se pueden presentar armónicas
de tercer orden debido a la presencia de la grilla
supresora. Este fenómeno fue observado por
los diseñadores de la RCA y alrededor de
1936 se logró superar este problema por medio
de los pentodos de haz dirigido, llamados en inglés
“beampower tube”. En estas válvulas
se reemplaza la grilla supresora por un par de plaquitas
laterales que cumplen la misma función que
la grilla supresora, quiere decir suprimir la emisión
secundaria, pero logran una válvula con la
sensibilidad y la ausencia de distorsiones armónicas
de un triodo y la ganancia, potencia y linealidad
de un pentodo. El diseñador de este importante
dispositivo fue Otto Schade de la RCA quien publicó
su desarrollo en Julio de 1936. La nueva válvula
fue originalmente la 6L6 y posteriormente todas
sus variantes constructivas que estan aún
hoy en plena vigencia (6L6G, 6L6GC, 6L6WGB, 6550,
6550A, 5881, 5932, 1222A, SV6L6GC, 6550WC, KT66,
KT88, EL509 y otras). Una de las características
más elogiadas de la 6L6 original fue el hecho
que ésta, como todas las posteriores válvulas
tipo “beampower”, producen en el corte
de la sobreexcitación una distorsión
rica en armónicas pares. Esto las distingue
musicalmente de válvulas pentodos, como la
EL34 y otras, que producen en las mismas circunstancias
armónicas impares que introducen un sonido
áspero en la reproducción musical.
Las armónicas pares son,
a veces, muy bienvenidos por los músicos.
Tuvimos oportunidad de leer un análisis musical
hecho por varios ejecutantes de guitarra eléctrica
hace muy poco tiempo atrás, quienes unánimemente
afirmaron este hecho.
En la aplicación mencionada
de la guitarra eléctrica, es muy frecuente
que el amplificador sea llevado a la saturación
durante un simple pasaje musical.
Como se sabe, los ejecutantes de
guitarra eléctrica suelen estar generalmente
en el borde de la capacidad de sus amplificadores
y por lo tanto un amplificador que no produce ruidos
molestos durante estos breves instantes es muy importante
para el músico y para el público.
El comentario al que hacemos referencia concluyó
con la frase: “Un millón de guitarristas
no pueden estar equivocados”. Esto, a su vez,
exime a este autor a entrar en una discusión
al respecto.
En contraposición con los
amplificadores valvulares de todo tipo, se hallan
los amplificadores de audio transistorizados.
En este tipo de amplificador se
observa la presencia de armónicas similares
a la de un tubo de potencia convencional (no beampower),
lo que obliga al diseñador a adoptar diferentes
circuitos de compensación que eventualmente
solucionan el problema, pero introducen complicaciones
y costos adicionales. Por este motivo aún
hoy, treinta años después de haber
desaparecido las válvulas para uso general,
existe una buena parte de audiófilos quienes
exigen la presencia de las válvulas en su
amplificador de audio de potencia. En la Figura
1 vemos algunos tipos de amplificadores del año
2005, dotados de válvulas. Las fotografías
de esta figura fueron extraídos del número
de octubre de 2005 de la revista Stereophile.
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