La causa de este
problema es, lógicamente, un firmware corrupto
luego de realizar una actualización fallida.
Al no tener el software de operación,
el router pasó a ser lo mismo que una PC
sin sistema operativo. Todo el hardware operaba
normalmente, ya que las luces de red encendían
bien e, incluso, detectaban el tipo de conexión
(10 o 100 Mbps), pero no existía ningún
enlace. La solución pasaba, obviamente, por
volver a escribir un firmware sano y actualizado
en la memoria Flash, pero ¿cómo hacerlo
si no se podía acceder a la configuración?
La respuesta está en un peine de 5 pines
denominado J2, que se puede encontrar desarmando
el módem.
Dicho peine se utiliza para establecer
un enlace USB con una PC, y permite acceder a la
memoria flash para efectuar reparaciones. El proceso
que describimos a continuación es bastante
delicado, por lo que no lo intenten si no cuentan
con las herramientas adecuadas o si no están
dispuestos a arriesgarse a las consecuencias. El
primer paso es armar un cable USB que conecte el
peine con el puerto de alguna PC. Para hacerlo,
utilizamos uno del tipo A-B, usado en impresoras
o dispositivos similares. El extremo que conecta
a la PC debe permanecer igual, mientras que del
otro lado efectuamos un corte con un alicate, para
quitar la ficha y dejar expuestos los conductores
internos. De estos conductores, utilizamos cuatro
que deberían estar clasificados con los siguientes
colores: negro, verde, blanco y rojo. Para conectar
esos cables al peine de contactos, previamente tenemos
que unirlos a una ficha hembra que sea capaz de
calzar en sus patas. Esta ficha se consigue en cualquier
comercio que venda repuestos para electrónica;
conviene que lleven el router para asegurarse de
que las patas concuerden. Una vez que tenemos la
ficha y el cable con los conductores pelados, unimos
la ficha de manera que coincida con los pines de
la siguiente manera:
Enumerando los pines del peine
desde la parte trasera del router (donde se conectan
los cables) hacia el frente (donde están
los leds), seguimos esta disposición:
- 1. Negro (masa o tierra)
- 2. Verde (datos positivo)
- 3. Blanco (datos negativo)
- 4. Vacío (sin conectar)
- 5. Rojo (+5v)
Ver figura 3.
Una vez hecho el enlace, debemos
verificar que el puerto USB esté habilitado
desde el BIOS de la PC y configurado para trabajar
en DOS; también necesitamos cambiar la secuencia
de arranque para que inicie primero desde el disquete.
A continuación, creamos un disquete de recuperación
autoejecutable, utilizando el programa USB Recover,
que se puede descargar desde www.adslnation.com/downloads/usbrecover.exe.
Antes de proceder a la reparación, desconectamos
el cable de teléfono y red del router, y
unimos las patas del jumper JP1, que suele estar
junto al led Ready. Ahora sí, conectamos
el cable y encendemos primero el router y luego
la PC, con lo cual comienza el proceso de booteo
desde el disquete de recuperación. Lo que
vemos es una aplicación DOS que detectará
automáticamente el router y comenzará
un proceso de restauración de la memoria
flash en forma automática.
Si pasados cinco minutos no vemos
ningún avance en la actividad, pulsamos la
barra espaciadora y aparecerá un mensaje
indicando que se completó el proceso. Apagamos
el router, desconectamos el cable y liberamos el
JP1. Luego lo volvemos a encender durante cinco
minutos y lo apagamos otra vez. En el siguiente
encendido, el CA81R debería volver a marcar
actividad en sus luces Ready y Show Time, lo que
indicará que todo está funcionando
normalmente. El
punto que queda por resolver es que, a esta altura,
el router no tiene firmware. Volvemos entonces a
acceder a su configuración mediante el navegador
web, como lo hicimos en un principio, e ingresamos
el usuario admin y la contraseña password.
Aparecerá entonces una ventana indicando
que se efectuó una recuperación exitosa,
y un botón [Browse] que nos permite seleccionar
el archivo de firmware que deseamos cargar. Aprovechamos
para subir la versión actualizada que se
intentó cargar antes de que surgiera el inconveniente.
Antes de proceder a conectar el
cable USB y restaurar el firmware, es necesario
verificar que el JP1 tenga sus patas unidas, como
vemos en la figura 4.
Una vez superado el conflicto con
nuestro paciente, procedimos a configurarle el router
tal como el usuario lo necesitaba (cosa que les
enseñaremos en el próximo número
de POWERUSER) y nos quedamos observando, con la
satisfacción del deber cumplido, cómo
se retiraba feliz a seguir con su trabajo.
Si hablamos de costos, todo depende
de la situación en la que nos encuentre un
problema como éstos.
Si recurrimos a un service, lo
más probable es que nos cobren unos cuantos
dólares por realizar este procedimiento.
Si vamos al proveedor, seguramente
nos querrá vender un router nuevo. De todas
maneras, como siempre, les aconsejamos que, si no
están seguros de lo que van a hacer o no
están dispuestos a correr los riesgos que
estas prácticas implican, dejen que gente
especializada se encargue de realizar dicha tarea. |